Trascasas, parada y fonda
La sonrisa de Inés nos da la bienvenida al Pago de Trascasas y disipa todas las dudas: estamos en buenas manos. El hotel rural regentado por la familia Santamaría rezuma el mismo sosiego y encanto que la contigua bodega Alfredo Santamaría en la pequeña localidad de Cubillas de Santa Marta, ya casi lindando con la provincia de Palencia.
El hotel es una apuesta de la familia Santamaría por acercar a la gente el vino y la vida entre viñedos y bodegas. Y aciertan de lleno. Quien viene hasta aquí, se enamora de inmediato de la paz que se respira y del vino que se bebe. Para descansar y relajarse, no hay más que abandonarse a la hospitalidad de Inés y a las dotes culinarias de Raquel. Para descubrir el vino y sus secretos, basta acudir a una cata y una visita en la bodega, donde Pablo y Alfredo también son buenos anfitriones. Los vinos de Santamaría, acogidos a la D.O. Cigales, son auténticos, como todo en la familia. El crianzaAlfredo Santamaría nace como un tributo a toda una vida dedicada al vino, la de Alfredo. El reserva Trascasas traduce en botella la potencia de los viñedos más viejos de la casa. Los dos sorprenden por su frescura y el logrado equilibrio de la madera, y son el complemento perfecto para los tradicionales claretes de Cigales que salen con el nombre de Valvinoso y Pago el Cordonero.
Pero no se vayan todavía, la pequeña Cubillas de Santa Marta aún guarda ases en la manga: su iglesia del S.XIII, sus casas blasonadas, el pequeño barrio de bodegas a las afueras del pueblo, el paseo entre viñedos, las rutas en bici o a pie por los campos de Castilla, las cercanas poblaciones de Trigueros o Corcos del Valle, y un poco más allá, la preciosa villa medieval de Ampudia, con sus soportales, su castillo y su colegiata, una inesperada joya en medio de Tierra de Campos.