Conde de San Cristóbal, nobleza obliga Oculta a miradas curiosas, Conde de San Cristóbal emerge como una joya escondida entre valles y suaves colinas. Rodeada de viñedo a modo de château francés, se alza una edificación entre señorial y acogedora, que invita a entrar y a perder la noción del tiempo. Una vez aquí, urge olvidarse del mundo y sumergirse en la historia. Y eso precisamente constituye su atractivo: nos encontramos en el corazón de La Ribera del Duero, pero incluso la cercana Peñafiel con su castillo se nos antoja lejana. La historia de Conde de San Cristóbal está unida a la de quien ostenta este